Sebastián Peter tiene 201 modelo de microesculturas en tiza, inspirados en la naturaleza, en el arte, en Gaudí, en Uruguay, en sus propio universo... y cada una de estas figuras surgió de una idea, de un momento de inspiración en el que ambas manos comenzaron a trabajar alineadas con la mente y con el corazón.
Me llamó la atención que Sebastián utilizara ambas manos para esculpir, una sujeta con firmeza y delicadeza la tiza, ese cilindro de 10 centímetros de añto y apenas 9 mm de diámetro con la forma imaginada dentro de sí. Una forma que surge de líneas, la mano derecha dibuja, es precisa, racional casi, la mano izquierda mueve el objeto, intuye las formas, el ritmo del giro, Cada dedo sirve para algo, para controlar, para vaciar, para hacer presión, para sostener, nada es casual, todo es armónico en la forma de trabajar de Sebastián Peter. Gracias por convertir los procesos creativos un arte en sí mismos.
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